Los que me conocéis, sabéis de primera mano que si hay alguien culpable del amor exacerbado que profeso por el arte del regalar en general y de las manualidades creativas en particular, esa es mi señora madre.
Hace cosa de unos años, en un viaje a Francia durante el puente de diciembre, a mi madre no se le ocurrió otra cosa que comprar una casita de madera con 25 puertas que decidió colocar, muy inteligentemente, junto al árbol de Navidad.
Desde hoy y hasta Nochebuena… ¡Tendréis un regalito que descubrir cada día!
Por aquel entonces, aparte del clásico calendario de adviento con chocolatinas que vendían en el súper, no existían chorrocientos formatos más como ahora. De hecho, fue sonado el ejército de madres amigas que a raíz del éxito de aquello, a puntito estuvieron de alquilar un autobús particular e irse en manada al pueblucho franchute a por más casas preciosérrimas de madera con puertas verdes y rojas.
El caso es que a mi hermana y a mí aquel mes de diciembre nos hicieron los ojos chiribitas. Y no os vayáis a pensar que éramos dos renacuajas, que a mi hermana le faltaría poco pa’ entrar a la universidad y yo -como diría mi abuela- ya estaba casi en edad de casarme.
La creatividad de mi madre, como aquí la de servidora (he tenido buena maestra, claro) a veces no conoce límites. Así que por si fuera poca la tarea de tener que pensar qué chorradita regalar o fabricar con sus manos cada día, mi madre se inventó un segundo aliciente para tenernos bien entretenidas durante toda la pre-navidad. Y es que antes de poder acceder al regalo, había que adivinar un acertijo -a veces hasta con rima incluida- que colocaba ella previamente dentro de cada puerta de la casita, enrollado en un mini pergamino con lazo y nombre.
Con los años, se han ido sumando nuevos adeptos al ritual de este original calendario de adviento, como mi señor padre, el menda lerenda de mi novio y en ocasiones especiales hasta el perro. Aunque cabe decir, que estos últimos simpatizantes de «La casita» -como se conoce oficialmente el ceremonial navideño en casa de los Martínez- la parte del devanarse los sesos con los acertijos cada vez más profesionales de mi madre, es la que llevan peor.
Este año mi hermana -que ahora vive en los Madriles- y yo estamos tremendamente tristes, porque mi madre dice que como ya no tiene hijas convivientes bajo su techo, aborta la misión, dejándonos huérfanas de ilusión calendarioadvientil. Así que no me ha quedado más remedio que buscar otras alternativas. Infusiones, especias, cafeses, semillas… Un sinfín de opciones originales y sostenibles. Claro que ninguna de ellas podrá superar el amor a raudales que mi madre le ponía a su calendario handmade particular. ¿O quizá sí? Sospecho que buena parte de ese amor y fascinación que me inculcó por las cosas bonitas, cuidadas y pensadas para sorprender y hacer felices a los demás, se han materializado hoy en las experiencias Cuentos Viajeros.
Y ahora sí, sin más preámbulos. ¡Vamos al lío!
Para todos aquellos a los que beber agua (y ya no digo 2L de agua al día) supone un verdadero suplicio. Sí, en efecto, yo soy de ese club… Waterdrop nos lo pone fácil haciendo de nuestra hidratación una alternativa divertida, sabrosa y eco-responsable. ¿Cómo? Te estarás preguntando. Con extractos de frutas y plantas que nos ayudan a beber más. Açai de Brasil, ginseng asiático, moringa de la India, baobab africano… ¿Puede ser más ideal?
Para los amantes del té, Pukka es una alternativa perfecta y saludable a los clásicos bomboncitos de chocolate. Ideal para relajarse y disfrutar del ambiente navideño con 24 tés orgánicos de hierbas diferentes. Además, cada bolsita de té Pukka sin plástico viene en su propio sobre reciclable para retener bien los aceites esenciales de cada una de las hierbas orgánicas.
Una última opción de calendario para los tea lovers de la sala, mucho más asequible y que además requiere de mucho menos espacio en casa es la de Cupper, la primera marca de té de comercio justo. Una selección de 12 sabores para calentar nuestros días de invierno de una forma muy apetecible. Vale, sí, lo confieso. Soy una «hierbas» profesa, pero prometo que a la próxima ya cambio la temática calendaril.
Aunque hablando de hierbas… ¿Te imaginas cocinar rico y sabroso los 365 días del año? Con la propuesta de adviento de Just Spices ahora es posible. Con un recetario exclusivo para que no te quedes sin ideas en la cocina, este calendario culinario puede ser tu mejor aliado para sorprender con platos exóticos a la familia esta Navidad.
Para los cafeteros incondicionales, esos que no perdonan su dosis de cafeína diaria para empezar con un buen chute de energía los fríos días del invierno… ¿Qué mejor que hacerlo con 24 cápsulas biodegradables de café gourmet de diferentes partes del mundo? El pack perfecto para degustar todas las variedades de Granell.
Para los que no se saltan el fitness ni el mismísimo día del Señor, llega el regalo de adviento perfecto para disfrutar de las fiestas sin perder de vista sus objetivos deportivos. Y es que no hay celebración sin dulces… ¿Verdad? Por eso esta versión más saludable de Foodspring en sus dos variantes -clásica o vegana- es ideal para guardar la línea con productos altos en proteína y un 85% menos de azúcar.
Para aquellos que entre el fitness y la birra, se tiran de cabeza a lo segundo, Hopt propone un calendario muy «Beery Christmas» con una selección de cervecerías y cervezas de todo el mundo y una inmensa variedad de estilos para garantizar a los beer sekeers un nuevo descubrimiento cada día.
Del sueño de los amantes de la botánica, a parte, a la vista está, de una absoluta bonitez de packaging cuidado al detalle, es culpable Magic Garden Seeds. Nos traen una propuesta de adviento no comestible de lo más original, con 24 sobres de semillas de antiguas variedades de hortalizas raras, plantas agrícolas y verduras silvestres para plantar en casa. Eso sí, no apto para impacientes… ¡Pues habrá que esperar unos cuantos meses hasta poder ver (o no) los resultados de nuestras habilidades jardinísticas!
¿Qué tal si nos dejamos de infusiones, cafeses y golosinas varias y le damos a nuestra mente un poco de Alegría Macarena? Eso precisamente propone Embracing Mindfulness con su calendario de Adviento para poner en práctica 24 tareas de atención plena esta Navidad. Y es que se ha demostrado que el mindfulness alivia el estrés, reduce la presión arterial y la ansiedad y promueve la felicidad. Si a eso le añadimos hacer un consumo navideño más consciente y aplazar -por lo menos hasta el 24- la ingesta masiva de dulces diarios… ¡Ideaza fetén!
Y con esto y un bizcocho… O un chocolate, o un té, o una birra, o un tarro de ideítas mindfulnísticas… ¡Feliz diciembre!